Pelar los dientes de ajo y triturarlos (o trocearlos) con un triturador de ajos. Picar la cebolla y poner todo en una cazuela. Saltee durante unos 10 minutos, revolviendo ocasionalmente. Salpimentamos.

Ralla o tritura los tomates y añádelos a las cebollas. Volvemos a poner los trozos de pollo en la cazuela y removemos todo para que se integren los ingredientes y los sabores. Agregue el vino blanco, deje que el alcohol se evapore por unos minutos, luego agregue el caldo de pollo o el agua.

Probamos de sal y, si es necesario, de pimienta. Tape la cacerola y cocine el pollo a fuego medio durante unos 30-35 minutos.

Después de eso, limpiamos y laminamos los champiñones. Límpiense bien de la suciedad que suelen llevar, no queremos que nos estropeen el guiso. Tapamos la cazuela y seguimos cocinando durante 15 minutos, luego destapamos. Probamos de sal y rectificamos si es necesario.

Continuamos este proceso por 15 minutos hasta que el guiso de pollo esté listo. Ya podemos servir el pollo con unas patatas hervidas, unas patatas al horno o un poco de arroz blanco.