1. Precalentar el horno:
   • Precalienta el horno a 180°C. Coloca la masa quebrada en un molde para tarta, ajustándola bien a los bordes. Pincha la base con un tenedor y hornea durante 10 minutos para que quede ligeramente crujiente.
2. Preparar el relleno:
   • Mientras la masa se hornea, escurre bien las acelgas en conserva y resérvalas.
   • En una sartén, calienta el aceite de oliva y sofríe la cebolla picada finamente junto con los ajos laminados hasta que estén dorados y tiernos.
   • Añade las acelgas escurridas a la sartén y saltea durante unos 5 minutos, mezclando bien con la cebolla y el ajo. Retira del fuego y deja enfriar un poco.
3. Preparar la mezcla de huevos:
   • En un bol, bate los huevos con la nata para cocinar. Añade sal, pimienta y una pizca de nuez moscada al gusto. Mezcla bien.
4. Montar la tarta:
   • Saca la base de la masa del horno y distribuye el salteado de acelgas uniformemente sobre ella.
   • Coloca las rodajas de queso de cabra encima de las acelgas.
   • Vierte la mezcla de huevos y nata sobre el relleno, asegurándote de que cubra toda la superficie.
5. Hornear:
   • Vuelve a meter la tarta en el horno y hornea durante 25-30 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y el relleno esté firme.
6. Servir:
   • Deja enfriar un poco antes de cortar y servir. Esta tarta es deliciosa tanto caliente como a temperatura ambiente.

Sugerencias:

• Puedes acompañar esta tarta con una ensalada fresca de tomate y rúcula para una comida completa y equilibrada.
• Si quieres darle un toque más cremoso, puedes añadir un poco de queso rallado a la mezcla de huevos y nata.